Los acusados, durante el juicio celebrado en Vía Alemania. | Juan P. Martínez

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Uno de los ladrones había trabajado en una empresa de reformas que instaló cajas fuertes y realizó labores de mantenimiento en una serie de casas de lujo en Mallorca. El hombre estudió los domicilios para facilitar información al resto de miembros de una banda que se dedicó a asaltar viviendas entre agosto de 2020 y enero de 2021. Un juzgado de Palma ha condenado a los cuatro acusados a penas que suman 18 años de cárcel.

El primer golpe lo cometieron el 11 de agosto de 2020 en un domicilio de la calle Puig de Sant Salvador. Uno de los acusados accedió al interior y se apoderó de una caja fuerte y varios efectos valorados en 10.900 euros. Entre el 20 y el 30 de septiembre, dos de los delincuentes violentaron el acceso a una vivienda de Marratxí y se llevaron un reloj y 150 euros. El 20 de noviembre, tres de los cuatro sospechosos acudieron a una casa de la calle Castilla y León y llamaron a la puerta haciéndose pasar por repartidores de correo.

–Traemos un paquete para Ernesto (nombre ficticio).

Una mujer abrió la puerta y los acusados la empujaron y la tiraron al suelo tapándole la nariz y la boca. Los gritos de la perjudicada alertaron a los vecinos, que comenzaron a golpear la puerta y los acusados abandonaron enseguida el lugar.

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El 22 de enero de 2021, dos de los enjuiciados recibieron de un tercer procesado la copia de las llaves de un domicilio de la calle Joaquín María Bover, donde uno de los delincuentes había trabajado como albañil. Una vez dentro se llevaron una chaqueta y un reloj.

Tres de los ladrones confesaron los robos en el juicio, pero un cuarto sospechoso se desvinculó. Una mujer que había trabajado como empleada del hogar en una de las casas también estaba acusada por uno de los robos, pero ha sido absuelta.

La procesada contó que trabajaba haciendo labores de limpieza y que el día del robo por el que se le acusaba estuvo de repartidora en Glovo y no fue a a casa de la víctima. La magistrada sostiene que que solo hay sospechas de su participación. «No tiene la fuerza suficiente como para entender acreditada la autoría».

El cuarto ladrón, sin embargo, ha sido condenado a seis años y tres meses de cárcel. «Ha colaborado en los robos con los autores confesos y la prueba de esta afirmación la constituyen el tráfico de llamadas, así como el envío de la foto de la parcela en la que se produjo el robo de Marratxí», indica la sentencia. «En el robo de la calle Castilla y León fue quien instaló la caja de seguridad y en el de la parcela de Marratxí era el único que conocía al propietario».